Autor: NIDIA CONSTANZA SOTO estudiante IX semestre de Economía
Las grandes reformas y revoluciones en el mundo han estado comandadas por jóvenes, quienes entendiendo la problemática social como propia han luchado por mejoras contundentes en el bienestar social.
Aclaro que toda lucha esta en el marco de la negación de derechos fundamentales a los cuales la población no tiene acceso. Prueba de esto es la Reforman Universitaria de 1918 también llamada Manifiesto de Córdoba, el cual representó para el movimiento estudiantil Argentino entre muchas otras reivindicaciones el tener una educación laica, contar con autonomía universitaria, realizar trabajo de extensión y sobre todo obtener el cogobierno, el cual alude a un gobierno compartido de la universidad por parte de los diferentes sectores de la comunidad universitaria es decir, estudiantes, docentes y graduados.
La Reforma Universitaria tiene también conexiones históricas con otros movimientos estudiantiles y juveniles como las revueltas estudiantiles en Estados Unidos en las décadas de 1960 y 1970, El Mayo francés de 1968 entre otros acontecimientos, sin embargo, estos hechos históricos son desconocidos por la mayoría de estudiantes universitarios lo que incide en la negación del poder individual y colectivo que tenemos los estudiantes.
Como lo plantea el filósofo alemán Herbert Marcuse luego de la Revolución Cubana, del fortalecimiento del proyecto socialista ruso y de sus influencias en Latinoamérica la burguesía inicio un proceso de desactivación política del estudiantado beligerante, proceso denominado por Marcuse la Contrapolitización de la Universidad.
El desconocimiento por parte del estudiantado de sus luchas y logros es fiel reflejo de esta situación[1]. La apatía hoy reinante en la Universidad del Tolima se explica a partir de este fenómeno.
El creer que nada va cambiar, que nada nos afecta porque lo importante es el “logro” individual es el pensamiento cultivado desde años atrás en el inconciente colectivo estudiantil, que no le permite entender que el insistir sobre los problemas y caracterizar a la universidad misma como un problema no resulta de la constitución de la universidad sino de la situación particular que le ha correspondido es decir existir para que la sociedad busque destruirla como proyecto emancipador y logre volverla una institución de control social, ESO SIGNIFICA LA ELIMINACION DE LA CRITICA, DEL DISCURSO Y DEL DEBATE.
Los niños no son el futuro de Colombia, el futuro son los estudiantes (universitarios y de la secundaria), por esto les invito a pensar desde la cotidianidad e individualidad qué tanto le estamos a portando a ese futuro desde el pupitre, el aula de clases, el parche, y entonces que nos asuste el destino que nos espera o preparémonos para poder ver la luz y trasformarlo.
[1] GOMEZ GARCIA Juan Guillermo. UNIVERSIDAD, POLITICA Y PUEBLO
Las grandes reformas y revoluciones en el mundo han estado comandadas por jóvenes, quienes entendiendo la problemática social como propia han luchado por mejoras contundentes en el bienestar social.
Aclaro que toda lucha esta en el marco de la negación de derechos fundamentales a los cuales la población no tiene acceso. Prueba de esto es la Reforman Universitaria de 1918 también llamada Manifiesto de Córdoba, el cual representó para el movimiento estudiantil Argentino entre muchas otras reivindicaciones el tener una educación laica, contar con autonomía universitaria, realizar trabajo de extensión y sobre todo obtener el cogobierno, el cual alude a un gobierno compartido de la universidad por parte de los diferentes sectores de la comunidad universitaria es decir, estudiantes, docentes y graduados.
La Reforma Universitaria tiene también conexiones históricas con otros movimientos estudiantiles y juveniles como las revueltas estudiantiles en Estados Unidos en las décadas de 1960 y 1970, El Mayo francés de 1968 entre otros acontecimientos, sin embargo, estos hechos históricos son desconocidos por la mayoría de estudiantes universitarios lo que incide en la negación del poder individual y colectivo que tenemos los estudiantes.
Como lo plantea el filósofo alemán Herbert Marcuse luego de la Revolución Cubana, del fortalecimiento del proyecto socialista ruso y de sus influencias en Latinoamérica la burguesía inicio un proceso de desactivación política del estudiantado beligerante, proceso denominado por Marcuse la Contrapolitización de la Universidad.
El desconocimiento por parte del estudiantado de sus luchas y logros es fiel reflejo de esta situación[1]. La apatía hoy reinante en la Universidad del Tolima se explica a partir de este fenómeno.
El creer que nada va cambiar, que nada nos afecta porque lo importante es el “logro” individual es el pensamiento cultivado desde años atrás en el inconciente colectivo estudiantil, que no le permite entender que el insistir sobre los problemas y caracterizar a la universidad misma como un problema no resulta de la constitución de la universidad sino de la situación particular que le ha correspondido es decir existir para que la sociedad busque destruirla como proyecto emancipador y logre volverla una institución de control social, ESO SIGNIFICA LA ELIMINACION DE LA CRITICA, DEL DISCURSO Y DEL DEBATE.
Los niños no son el futuro de Colombia, el futuro son los estudiantes (universitarios y de la secundaria), por esto les invito a pensar desde la cotidianidad e individualidad qué tanto le estamos a portando a ese futuro desde el pupitre, el aula de clases, el parche, y entonces que nos asuste el destino que nos espera o preparémonos para poder ver la luz y trasformarlo.
[1] GOMEZ GARCIA Juan Guillermo. UNIVERSIDAD, POLITICA Y PUEBLO
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